domingo, 21 de julio de 2013

Trabajo de Hércules en Leo



Trabajo  5
Matando al  León de  Nemea


El Mito

El Gran Presidente en la Cámara del Concilio del Señor dijo: "El tiempo para un terrible trabajo se acerca. Este hombre, hijo de hombre e hijo de Dios, debe ser preparado". Hércules descansaba y perseguía la gama sagrada hasta el templo del Señor. La cierva conocía bien al cazador y acudió a su orden. Así una y otra vez, él colocaba a la gama sobre su corazón y buscaba el templo del Señor. Así descansaba.

Delante del 5º gran Portal se erguía Hércules, armado: "¿Qué hago aquí? ¿Cuál es la prueba?”

"Una llamada de dolor ha sonado, Hércules. Tu oído interior conoce la necesidad de que te arriesgues. La gente de Nemea busca tu ayuda. Piden que mates al León que devasta su región. Ve y búscalo”.

Y Hércules dejó caer las armas de guerra, reteniendo el garrote. "¿Qué haces? ¿Dónde están tus armas y tu fuerte protección?” "Estas armas sólo me oprimen, me demoran. Envía a decir a Nemea que voy por el Camino, que desechen su temor".

Hércules buscó al león. "¿Dónde está?”, preguntaba. "El león está aquí”, llegaba la respuesta. "No, allí", se imponía una voz de miedo. "No es verdad" replicaba una tercera, "Yo lo escuché cerca de la montaña". "Y yo cerca de este valle". Y otra decía: "Yo vi sus huellas, escucha mi voz y síguele".

Hércules siguió ansioso sin miedo; solo pero acompañado. De repente vio al león a la orilla de un matorral. El león rugió, y los arbustos se sacudieron. Hércules quedó inmóvil. Empuñó su arco y flechas y apuntó al lomo del león. La flecha falló varias veces y no quedó ni una. El león vino hacia él ileso y enfurecido. Arrojando su arco, el hijo del hombre, hijo de Dios, se abalanzó con un alarido salvaje hacia el león, bloqueando su camino. Hércules avanzaba. El león se volvió y se precipitó en un matorral, en las laderas del camino.

Y continuaron los dos. Pero el león desapareció. Hércules se detuvo y permaneció silencioso. Se acercó a una cueva y desde allí llegó un fuerte rugido,. Y Hércules permaneció quieto, gritando: "El león está aquí, observen la hazaña". Y entró y atravesó su extensión oscura hacia la luz del día y no encontró al león, sólo otra abertura. Y oyó al león detrás suyo. "¿Qué haré? Esta cueva tiene dos aberturas y si entro por una, el león sale y entra por la que dejé atrás. Las armas no sirven. ¿Cómo matar este león y salvar a la gente?”.

Y vio haces de leña y palos tirados al alcance de su mano. Tirando de ellos hacia sí, colocó los palos y ramas dentro de la abertura cerca y las amontonó, bloqueando el camino a la luz del día, para entrar y salir, y encerrándose él y encerrando al feroz león dentro de la cueva. Y se volvió y enfrentó al león.

Con sus manos lo apresó, y lo ahogó. Lo estranguló con sus manos, sin armas. Lo despojó de su piel, mostrándola a la gente."El león está muerto” gritaban. Podremos labrar la tierra y vivir en paz. El león está muerto y grande es nuestro liberador, el hijo del hombre, hijo de Dios, Hércules".

Así Hércules retornó triunfante. "La hazaña está hecha. La gente está libre. No hay temor. El león ha muerto. Con mis propias manos estrangulé al león y lo maté".

"De nuevo, Hércules, mataste un león. El león y las serpientes deben ser matados varias veces. Bien hecho, ve y descansa en paz. El quinto trabajo terminó y voy a decírselo al Gran Presidente. Descansa en paz". Y de la Cámara del Concilio llegó la voz: Yo Sé. (El Tibetano)


El Número Cinco

En el 5º signo, Leo, Hércules mata al león de Nemea. El 5 es el número del hombre, porque el hombre es divino hijo de Dios, además del cuaternario en que consiste la cuádruple naturaleza inferior, el cuerpo mental, el cuerpo emocional, el cuerpo vital y la envoltura física. Para los psicólogos, el hombre es un yo, continuación de los estados mental y emocional, la vitalidad, y el instrumento de respuesta del cuerpo físico. Lo vimos en los 4 signos precedentes.

En Aries, el alma tomaba la materia para relacionarse con el mundo de las ideas. Ella se revestía de envoltura mental. Agregaba a la individualidad sustancia mental. Y el hombre llegó a ser un alma pensante. En Tauro, hizo contacto con el deseo y las emociones, y el hombre llegó a ser un alma conciente. En Géminis, un nuevo y vital cuerpo de energía se construyó y el hombre llegó a ser un alma viviente, pues los dos polos estaban en armonía y apareció el cuerpo vital o etérico. En Cáncer, signo del nacimiento físico y la identificación de la unidad con la masa, se completó la encarnación y se manifestó la cuádruple naturaleza. El hombre llegó al plano físico. En Leo el hombre llega a ser la estrella de 5 puntas, símbolo de individualización, de la humanidad, del ser humano que se conoce como individuo y como el Yo. En Leo se usan las palabras "Yo", y “mi”, y “mío”.

En Oriente, el 5 es el número más oculto y significativo. Los seres celestiales y espirituales que encarnaron en la tierra, se manifestaron por el cuaternario, y entraron en la familia humana, 5º grupo de vidas divinas y combinaron los atributos duales del universo, lo espiritual y lo físico. Unificaron en ellos los dos polos. Eran exotéricos y esotéricos; objetivos y subjetivos. Así tenemos el 10, número de perfección y consumación humanas, del ser humano perfectamente desarrollado y manifestado, equilibrio entre espíritu y materia. Es el número en que el espíritu no domina a la materia; el aspirante intenta subordinar la materia a los usos del espíritu y trastorna el equilibrio del 10.

A estos seres celestiales, que somos nosotros mismos, hijos de Dios encarnados, se les llama Señores del Conocimiento y de la Sabiduría, de la Voluntad y el Sacrificio, de la Devoción Infinita. Por propia voluntad estamos aquí. Para elevar la materia al cielo. El hombre no es lo que parece. Lo demostrará en Acuario, el opuesto a Leo. El individuo en Leo se transforma en el iniciado en Capricornio, y se manifiesta como hombre completo en Acuario.

La propiedad y la relación del 5º Mandamiento con el 5º trabajo y el 5º signo se vuelven manifestadas. "Honra a tu padre y a tu madre, que tus días puedan ser largos en la tierra que el Señor tu Dios te ha dado", pues en Leo, Padre espíritu y Madre materia se encuentran en el individuo y su unión produce el alma o el Yo. En este signo el hombre se reconoce como individuo y empieza el ciclo de experiencias para adquirir conocimiento, y también el hombre autoconciente empieza su entrenamiento para la iniciación. En este signo tenemos la última de las pruebas en el sendero probatorio. Cuando el trabajo de este signo termina, empieza el adiestramiento para la iniciación en Capricornio. Algo de control del pensamiento se ganó en Aries, y poder de transmutar el deseo, en Tauro. Las manzanas de la sabiduría se recogieron en Géminis y la distinción entre sabiduría y conocimiento fue aprendida en parte. La necesidad de transmutar instinto e intelecto en intuición y de llevar a ambos al Templo del Señor, se entendió en Cáncer.


Historia  del  Mito

Después de Cáncer, Hércules debe matar al león de Nemea, una fuerza destructiva. Hércules lo acorraló y lo estranguló. Nadie los vio, en la oscuridad, en una lucha a muerte.


Campo Del Trabajo

Leo está en la cruz fija, la cruz donde el Cristo Cósmico y el Cristo individual son crucificados. Crucificado=sacrificado. Al desarrollar la conciencia de Cristo en la forma, varios aspectos de la naturaleza divina se ven como sacrificados.

En Tauro la fuerza creativa se expresa por el deseo, el deseo sexual, transmutado en su aspecto superior. Tenía que ser elevado al cielo. En Leo, la mente cósmica actúa en el individuo como la razonadora mente inferior, y su aspecto inferior debe ser sacrificado y la pequeña mente del hombre subordinarse a la mente universal. En Escorpio, 3º brazo de la cruz fija, encontramos el amor cósmico o atracción cósmica, en su aspecto inferior, y lo llamamos la gran Ilusión; en Escorpio vemos al aspirante en la cruz, sacrificando la ilusión a la realidad. En Acuario, tenemos la luz de la conciencia universal iluminando al ser humano y realizando el sacrificio de la vida individual, fundiéndola en el todo universal. Esta es la verdadera crucifixión: el sacrificio del reflejo a la realidad, del aspecto inferior al superior, y de la unidad individual a la gran suma total. Es lo que el Cristo demostró. Se mostró como Creador, con mente iluminada; personificaba el amor de Dios, y era la Luz del Mundo. El problema ante Hércules, era el problema del signo; la crucifixión inferior y la conquista de la autoafirmación individual.

Originalmente el zodíaco tenía 10 constelaciones y Leo y Virgo eran un símbolo. Tal vez la esfinge se conecta con eso: el león con cabeza de mujer. Leo con Virgo, león o alma y su relación con la materia o aspecto Madre; las dos polaridades, masculina y femenina, positiva y negativa.

En esta constelación está la estrella brillante, una de las 4 estrellas reales de los cielos: Regulus, el Gobernante, el Legislador, significando que el hombre puede ser una ley en sí mismo, pues él tiene dentro de sí, eso que es el rey o el gobernante. Oculto en la constelación hay un brillante grupo de estrellas, "la hoz". Antiguos iniciados, veían a las constelaciones exteriores como personificaciones de fuerzas y símbolos de un drama desplegado, y la constelación trasmitía 3 pensamientos: 1. el hombre era el gobernante, rey, Dios encarnado, hijo individual de Dios; 2. el hombre era gobernado por la ley de la naturaleza y la ley espiritual; 3.  el trabajo de un individuo es aplicar la hoz y suprimir obstáculos de la ley espiritual.

La constelación de Leo tiene 95 estrellas, 2 de primera magnitud. Son 9 x 10 + 5 (9, iniciación; 10, perfección humana; 5, hombre), teniendo la historia del hombre, de la personalidad, del iniciado y de su última realización espiritual.


Tres Constelaciones Simbolicas

La constelación Hidra, la serpiente, se asocia con Leo. Están también Cráter, la copa, y Corvus, el cuervo. Las 3 sintetizan el hombre que busca la iniciación. A medida que Leo, el rey, el alma, empieza su trabajo, debe beber del sufrimiento y de la experiencia, vencer la serpiente de la ilusión y el pájaro de presa para eliminar a Hidra, la serpiente, situada bajo Cáncer, Leo y Virgo.

En Escorpio, la serpiente de la materia o ilusión, es vencida. Tiene 60 estrellas: 6 (mente o trabajo creativo de la Mente universal, y los días de la creación). En el 6º signo, Virgo, se completa la forma. 10 es el número de la consumación. El 6 expresa las limitaciones de la naturaleza corporal (forma y personalidad); simboliza a Dios en la naturaleza. Hidra, la serpiente, es la materia que vela el alma.

El Cráter, o copa, tiene 13 estrellas medianas y 90 pequeñas. Tenemos el número de la materia, y el número de “apostasía", "el volver la espalda” al alma o Cristo. Esta copa forma parte del cuerpo de la Hidra, pues las estrellas del pie de la copa forman parte del cuerpo de la Serpiente y ambas constelaciones las reclaman. Es la copa que todo ser humano tiene que beber, llena de su experiencia en la materia. “Según un hombre siembre, así cosechará".

Corvus, el cuervo, está sobre Hidra, y la picotea. Tiene 9 estrellas (número de iniciación). El Antiguo Testamento empezó con un cuervo; el Nuevo Testamento, con la paloma. La experiencia empieza con el pájaro de la materia y termina con el pájaro del espíritu. En Acuario,  signo al que lleva Leo, está Cygnus, cisne, ave del espíritu. HPB cita: "A es el ala derecha del ave Hamsa, U su ala izquierda, y M su cola..."

En Denderah, Leo y las 3 constelaciones son un gran signo: el león pisa la serpiente. Corvus, sobre el lomo del león y debajo, una figura emplumada de mujer (la materia) sosteniendo 2 copas (experiencia y sufrimiento). La copa se ofrece al iniciado, a la cual Cristo se refería en Getsemaní, al implorar que la copa le fuera apartada.

Hércules, sabe que su pasado debe determinar su realización futura, y que antes de escalar la montaña en Capricornio, debe matar a la Hidra; no debe ser más el cuervo, sino manifestarse como Aquila, el águila de Escorpio, y como Cygnus, cisne, en Acuario. Esto lo debe empezar en Leo, enfrentando la lucha en los 3 signos siguientes y matando al león de su propia naturaleza (rey de las bestias) solo y sin ayuda, y merecer el poder de vencer a Hidra, en escorpio.


Leccion  Del Trabajo

Según San Pedro: "Tu adversario, el demonio, como un león rugiente camina alrededor, buscando a quien poder devorar” y dice La Revelación 5:5: "El León de la tribu de Judá la raíz de David, ha prevalecido para abrir el libro, y desatar sus 7 sellos".

Hércules, el aspirante, el alma, simboliza al león, el príncipe, el rey, el gobernante. El león de Nemea se yergue para la dominante personalidad, pues el aspirante debe ser muy evolucionado.

Con los aspectos triples del yo personal inferior fundidos, mezclados y poderosos, el aspirante se vuelve irritante y difícil. Tiene mente y la usa. Sus emociones están controladas; es muy individual, agresivo, autoconfiado, autosatisfecho, con personalidad devastadora. El aspirante, león de Judá debe matar al león de su personalidad. El egoísmo debe dar lugar a la abnegación, subordinar el yo al todo.

El león de Nemea simboliza la personalidad poderosa. Los aspirantes evolucionados logran descubrir al león de la personalidad en la cueva y allí dominarlo. El león de la tribu de Judá debe vencer al león del yo personal. Somos parte de un gran grupo de dioses del sol, luchando con las pruebas preparatorias para la iniciación. En Capricornio escalaremos la montaña, y entrando en el ciclo de Acuario, los aspirantes aprenderán el servicio y conocimiento universal. Habrá muchos iniciados, y el escalamiento del monte de la iniciación y del monte de la transfiguración por muchos cientos de discípulos. Hasta enton¬ces, hay que enfrentar al león de la personalidad y entrar en la cueva.

Simbólicamente, los hechos más trascendentales se representan en la cueva o en la montaña. Cristo nació en la cueva; la personalidad se vence en la cueva; la voz del Señor se oye en la cueva, el conocimiento de Cristo es alimentado en la cueva del corazón, pero luego se escala la montaña de la transfiguración, el monte de la crucifixión es alcanzado, para ser seguido por el monte de la ascensión.

Científicamente hablando, nuestra raza aria posee un desarrollo mental agudo, y el conocimiento está cambiando más allá de lo emocional, fuera del plexo, dentro del cuerpo mental, y la cabeza. Hay en la cabeza una pequeña cueva, una pequeña estructura ósea que escuda y protege la pituitaria. Cuando esta glándula funcione bien, tendremos personalidad plena y activa, autocontrolada.

Este cuerpo pituitario es dual: en su lóbulo frontal o antepituitario se encuentra el asiento de la mente razonadora, la intelectualidad, y en el postpituitario, el asiento de la naturaleza emocional, imaginativa. Esta glándula coordina a las otras, controla el crecimiento y es esencial. Según Berman la intelectualidad es la capacidad de la mente de controlar su ambiente por conceptos e ideas abstractas. En esta cueva el león de la personalidad desarrollada o individualidad tiene su guarida, y el dios sol, Hércules, debe triunfar.

El cuerpo pituitario simboliza la cueva con dos aberturas, una de las cuales Hércules debió cerrar antes de controlar la personalidad con la mente superior. Al bloquear emociones (post pituitaria), rehusando la vida personal egoísta, pudo, entrando por la antepituitaria, someter al león de la personalidad en la cueva. "Como es arriba, es abajo".

( http://www.oeahoo.com.ar/)

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